sin que me importe herirme,
crucificarme en versos
sin bendición alguna.
Esperar sin esperar
con una pausa ajena,
duplicar las ausencias
sin llegar a tenerlas.
Puedo pasar silencios,
refugiarme sin causa,
sepultar utopías,
sepultar utopías,
no parecerme a nada.
Puedo bajar persianas
de mis propias miradas,
emborracharme en tinta
dibujando palabras.
Puedo vivir mañana.
Puedo morir al fin. Puedo invertir mis tiempos
no parecerme a nada.
Amalia Isabel Daibes
Amalia Isabel Daibes